Monstruos

DESPIDIENDO MONSTRUOS....

Marzo 18 de 2017

Desde algún lugar de la jungla de asfalto.

Respetado moustro… pues así te conozco.
Por medio de la presente me dirijo a usted con el ánimo de manifestarle mi inconformidad con una serie de eventos y situaciones que he venido notando en usted y que de más de ser inadecuadas y distante de sus funciones según el documento maestro y perfil del monstruo; están afectando la armonía y beneplácito  de mi  espacio temporal vitalizador. 
De un tiempo para acá he notado que en su ejercicio  de mantener mis preocupaciones activas, se ha extralimitado en sus funciones y ha permitido y consentido que las preocupaciones se apoderen de mi tiempo, y acorten los 60 segundos que legalmente deben tener mis minutos.
De igual forma he notado en usted, una actitud altanera e irrespetuosa, frente a mis directrices, pues le he pasado diversos comunicados donde le informo de las disposiciones e instrucciones para el dia y usted hace caso omiso a ellas, en cambio usted permite que se apodere de mi la ansiedad y el querer controlarlo todo. Le recuerdo que usted fue contratado para ser mi seudónimo y hacer que me ocupe, no que me preocupe.
La lista de no conformidades podría continuar, pero como usted no controlo a tiempo mi necesidad de tiempo y permitió que mi mente se atara al reloj y a la necesidad de más horas en el tiempo para cubrir los espacios en los que me desempeño, no tengo más tiempo para seguirle enumerando mis inconformidades.
Por ello,  usted,  MONSTRUO del tiempo, la ansiedad y el afán, que se apropio mi seudónimo,  queda despedido irrevocablemente, de mi mente. Atendiendo a lo expuesto en el 3 de nuestro contrato usted ha incumplido la clausula de trabajar para mí.
Posdata: ya que ha sido despedido de su trabajo, te invito a que mejor seas mi socio, mi amigo, mi compañero, he podido comprobar que es mejor tratar con tigo como hermano y no como jefe empleado. Los dos somos un equipo envidiable, pues siempre, hemos logrado tener días de 25 horas.
Gracias por tu atención prestada… bienvenido querido amigo.

                                                                                                                    Ramón y Polilla.